Reflexiones de celular

 Sucumbir a la autodestrucción es un fracaso de la razón, es el abandono de la cordura, es huirle a la felicidad.

 Es cobardía.

Buscando el rumbo.

 Ahora sí, agarré mis miedos y chifladuras y las hice un bollito y las tiré a un rincón. Es hora de vivir en grande.
 Estoy planeando un viaje que espero me cambie la forma de ver muchas cosas.. espero que me abra la cabeza y me desarraigue un poco de la comodidad en la que estoy practicamente sepultado.
 Todas las etiquetas van a quedar aqui en la puerta cuando me vaya, y espero que cuando vuelva ya no tengo cabida en mi nuevo yo. Es hora de salir al mundo.

 Falta tiempo, pero hay que mentalizarse. Febrero está a la vuelta de la esquina.

Olvidos.

A veces me olvido que soy un poco poeta y caigo en la banalidad de la simpleza.
 Que lindo sería ver en todo solamente su belleza, aunque sea un ratito. Ultimamente no la veo, y mis palabras tampoco la encuentran..no la recuerdan, o creen que nunca la vieron.

Tengo que acordarme que también supe jugarme la boca, tengo que volver a ejercitar las palabras y dejar que hable un poco el corazon que lo tengo abandonado.
 De a poco voy a tratar de nutrir el blog (como prometo siempre en arrebatos de catarsis), voy a tratar de ejercitar no solo el cuerpo, sino tambien la mente, las letras, mis palabras, mi yo.