2 de agosto de 2010

Despedida

 Consumada inminencia, ya está sentada a mi mesa, en el medioadía del bar. El pocillo de café, un destino común (cosido piel con piel), y los reproches mudos.

 Un ser adulto como yo. Un fantasma ya hecho. Concentración fugaz del segundero interminable.

 No nos precisamos. Hablamos apenas, como desligados, de carril a carril, de abismo a abismo, en el posible acercamiento único de un rito: chasquea la piedra que enciende los cigarrillos.

 Yo ya salí.

 Sola, casi transparente, mi Ángel fuma.

    Hector Ivo Marrochi
 (coexistencias - 1995)

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