Un día abandoné mi traje de mi mismo y empecé a ser vos para mirarme con tus ojos.
En el desconocimiento de mi propio ser me encontré entre la multitud, y en una fugacidad de miradas me enamoré de mi viejo yo.
Despierto de nuevo con mis propios pensamientos, ya no me sueño, ya soy.
Estoy más seguro de mí, y más incredulo de vos.
2 comentarios:
enamórate de ti cada día, al final eres lo único seguro y el único amante fidel...
espero que me pase...
-pronto-
yo sé q extrañas mis entradas
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