5 de junio de 2011

Efímero


Elegir lo efímero es una fórmula de vida trágica.
Me tocó ser uno de tus momentos,
y aprendí cuál es tu receta.

Te enamoras del viento y le haces el amor al olvido.
Tomas con ambas manos un suspiro
y lo amas hasta que desaparece.

Lo lloras el tiempo que dura un estornudo,
 y te sacas el rompeviento rogando
que una corriente nueva te  haga el amor en pleno vuelo.


 (Los aterrizajes siempre son para vos sola)


Pero cuidado, y que valga mi única advertencia:
tanto juguetear con el viento te puede llenar la cara de arena,
 de viajes cansados, de abandonos no programados.

(Los aterrizajes siempre son para vos sola. No hay hogar donde llegar)

 Algunos tenemos la desventaja de ser una constante, una casa gigante.
Aquí no hay viajes ni abandonos.
Aquí no hay soledad.
Aquí no hay vos y los vientos.
Aquí aterrizamos juntos.

 Pero ahora volá. La casa se desplomó de todos modos.



No hay comentarios.: